miércoles, 23 de noviembre de 2011

Pura sensualidad, YLANG-YLANG

El aceite esencial de Ylang-Ylang me cautivó desde que lo olí por primera vez. Mi profesor de Aromaterapia nos explicó que es uno de esos aceites que no tienen término medio: o te gusta o no lo soportas. Él no lo soporta.
A mi me parece cálido, sensual, envolvente, intenso y a la vez delicado, exótico, muy femenino. Quizá no sea uno de los aceites de elección para una aromateca casera o de urgencia pero vale la pena probarlo aunque sea una vez.

Bien diluido es excelente en uso cutáneo e increíble en difusión atmosférica.

Aceite esencial quimitopiado de Ylang-Ylang (Cananga odorata)

Tiene propiedades calmantes a nivel cardíaco y respiratorio, es equilibrante e hipotensor, sedante y relajante, antiespasmódico. Pero a la vez es un interesante tónico sexual, afrodisíaco, despierta el deseo y agudiza los sentidos.
Es por ello que se utiliza en casos de taquicardia e hipertensión, momentos de ansiedad y nervios, insomnio… También en situaciones de cansancio, agotamiento físico, de falta de deseo sexual debido a la carga de trabajo, al estrés del cada día…
Es perfecto para preparar baños relajantes y sensuales, para “desconectar” del trabajo, los estudios y otros problemas, para mimarse…

Se pueden diluir dos gotitas en 10 ml de aceite vegetal de avellana para llevarlo en un roll-on y así aplicarlo en el plexo solar o parte interior de las muñecas en momentos de estrés.
A nivel de la piel también es muy tonificante, regenerador celular y antiséptico tiene propiedades sebo reguladoras.

¿Cómo utilizarlo? En difusión es una delicia. Una gota en vuestra crema dará un toque oriental y floral a vuestros cuidados diarios. 2 gotas en un tazón de leche vegetal o algo de arcilla para un baño relajante. ¿Y si queremos algo más sensual? Aceite vegetal de almendra, 3 gotitas de Ylang… y a disfrutar de un cálido masaje. ¿Apetece?

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