lunes, 30 de enero de 2012

Conjuntivitis


El término “conjuntivitis” describe la inflamación de la conjuntiva (membrana transparente que recubre el interior de los párpados y la esclerótica). La conjuntiva produce sustancias lubricantes para mantener la superficie del ojo húmeda y protegida, cuando se irrita sus vasos sanguíneos se hacen grandes y el ojo puede aparecer “rojo” (MedLine)
Entre sus causas están la infección bacteriana o viral, las alergias, sustancias irritantes… (Más información aquí)

Como siempre, ante la duda, hay que consultar al profesional, que sabrá reconocer las causas, hacer un buen diagnóstico y decidir si hace falta medicación específica. Y siempre será interesante una buena prevención: lavarse bien las manos, no reutilizar toallitas o pañuelos, utilizar correctamente las lentillas, no compartir cosméticos o no utilizarse una vez pasada su fecha de caducidad, evitar lugares con mucho humo, cuidar la higiene de los ojos, su descanso…

Por supuesto, la infusión de manzanilla será nuestra gran aliada. Hay que colarla muy, muy bien para que no queden restos de las flores que puedan causar mayor irritación. Luego se realiza un baño de ojos o se aplica en compresa, y listo.

Los aceites esenciales NUNCA deben utilizarse en los ojos. Serán una opción si ante infecciones repetidas queremos crear alguna sinergia que nos ayude a reforzar el sistema inmunológico. Para la conjuntivitis y el cuidado de los ojos, la mejor opción que nos brinda la Aromaterapia son los hidrolatos (aguas florales)

Para párpados inflamados o para refrescar los ojos en caso de conjuntivitis:

-         70 ml de hidrolato de Manzanilla.
-    30 ml de hidrolato de Lavanda.

Se humedecen compresas en la mezcla y se aplica 3 veces al día.
Recordad que el hidrolato de Aciano también irá muy bien en compresas en caso de párpados inflamados y ojos cansados.

Recordad consultar al profesional y probar con cuidado los hidrolatos o las infusiones, porque podrían haber problemas de reacciones alérgicas.

¡Un saludo aromático!

lunes, 23 de enero de 2012

El hidrolato (agua floral) de Aciano

Había leído oído maravillas sobre el hidrolato de Aciano (Centaurea cyanus) y aunque lo había probado “de pasada” no había podido recrearme con él hasta ahora. Llevo ya unos meses con un frasquito en mi poder y tenía ganas de compartir algo de información con vosotros…


¿Qué os cuento? Bueno, pues el Aciano (o Azulejo) es una planta europea que nos regala unas flores azulonas muy lindas, entre mayo y julio. Las leyendas nos cuentan que los jóvenes ingleses enamorados llevaban estas flores en la solapa y si el color desaparecía demasiado pronto era signo de que su amor no sería correspondido… En fitoterapia y cosmética se utiliza por sus propiedades astringentes, calmantes y descongestionantes de la piel…

El agua floral de Aciano es excelente en el cuidado de los ojos cansados e irritados y de los párpados inflamados. Aplicado con unos algodones, bien fresquito, relaja mucho y es un auténtico placer, por su efecto inmediato y su aroma fresco. Si se aplica en sinergia con agua de Azahar o Manzanilla (o incluso infusión de esta planta) aún notaremos los ojos más descansados.

Es calmante y refrescante, también antiséptico y antiinflamatorio por lo que su uso para calmar pequeñas irritaciones (como las causadas por la depilación o el afeitado) está muy indicado. Es un remedio de elección para el cuidado de la piel después del sol: tras la ducha, se puede aplicar en vaporización sobre todo el cuerpo y con la piel aún húmeda aplicar la crema hidratante o aceite vegetal de elección.


Para la piel del rostro es un regalo: en sinergia con el hidrolato de Rosas es un buen cuidado antiarrugas y da luminosidad al rostro apagado, cansado, sin vida…

¡Estad atentos al blog para recetas cosméticas más que interesantes con hidrolato de Aciano!

martes, 10 de enero de 2012

Un aceite esencial un tanto engañoso

Hace algunos años una conocida me comentó que su hijo estaba usando aceite esencial de Árbol de Té para tratar el acné. Me extrañó tal elección, no porque no sea útil con los granitos, sino porque el hijo de esta señora trataba además el acné con una medicación oral bastante fuerte que deja la piel muy sensible y reseca. Le comenté que ya utilizando un tratamiento tan agresivo me extrañaba que no le hubieran propuesto alguna cremita de farmacia, con protección solar o ingredientes más específicos (que las hay) o algún ae más suave, como la lavanda.
Quizá debería haberme callado. La señora en cuestión me dijo que estaba usando ese aceite porque se lo había recomendado su médico y que lo había comprado en farmacia, por lo que no iba a cambiar porque alguien como yo (sin estudios de medicina convencional) se lo dijera. No insistí, por supuesto, yo no soy nadie para contradecir a los profesionales en sus indicaciones, ¡solo faltaría!… Y menos para dar consejos que no me han pedido o discutir por defenderme...
Pero os voy a contar alguna cosita más:

-         La médica le había indicado aceite esencial de árbol de té directamente sobre la piel.
Esto nos tiene que hacer pensar. Primero, la piel está muy sensibilizada debido al tratamiento oral contra el acné y podría irritarse fácilmente si el árbol de té no se usa diluido en algún aceite vegetal o aloe vera (que podría ser muy interesante). Segundo, el riesgo de alergia no se había tenido en cuenta. ¿Mala prescripción? ¿Mala comprensión por parte del paciente? ¿No se había dicho “aceite esencial” sino algún otro tipo de sustancia procedente del árbol del té?

-         En la caja del aceite ponía “Esencia de Árbol de Té” por un lado y “Aceite esencial de Árbol de té” en otro.
Ya sabemos que una esencia no es lo mismo que un aceite esencial. Una esencia en Aromaterapia es aquella sustancia obtenida de la expresión de la cáscara de los cítricos. Esta denominación podría hacernos pensar que no se trata de un aceite esencial sino de algún tipo de extracto aromático de esta planta pero que luego se hable de “Aceite esencial” ya contradice lo anteriormente supuesto.

-         En la etiqueta ponía “Aceite de Árbol de Té”
De nuevo contradicciones. ¿No era una “esencia” según la caja? ¿Dónde está la palabra “esencial” que aparecía antes? Además, no había ninguna indicación más. No se especificaba el nombre botánico de la planta en latín, ni la procedencia, ni las moléculas más importantes… ¡No estaban escritos ni los ingredientes ni la fuente de obtención!

Realmente nos podemos encontrar con malos productos en cualquier parte. No somos expertos en nada y nos tenemos que fiar de los profesionales. Pese a ello ser profesional de una rama del saber no implica el conocimiento general de la vida o el conocimiento específico, ¿verdad? Y unos mínimos, para no dejarnos engañar y para no equivocarnos, deberíamos conseguir: etiqueta con los ingredientes, fecha de caducidad, ir a establecimientos de confianza…

¡Un saludo aromático!

viernes, 6 de enero de 2012

El quimiotipo del aceite esencial

Ya habréis visto en este blog que intento nombrar los aceites esenciales con el nombre de la planta utilizada en latín y que os he hablado del quimitipo. Debido a que yo me he formado según la escuela francesa utilizo la palabra “QUIMITIPO” (HECT - huile essentielle chémotypée) para referirme a la bioquímica específica del aceite esencial: la definición de las moléculas aromáticas que lo componen.

Utilizar con precisión el quimiotipo asociado a la nomenclatura científica latina es el primer paso para conocer el modo de acción del aceite esencial en las patologías estudiadas. Es muy importante, sobre todo si los aceites esenciales se utilizan en terapias para mantener la salud.
Actualmente, son muchas las marcas de aceites esenciales que utilizan los conceptos “bioquímicamente definido”, “químicamente especificado” o “botánicamente definido” para referirse a las moléculas presentes en el aceite esencial. En castellano algunas casas de aromaterapia están utilizando:
AEBBD (Aceites Esenciales Botánica y Bioquímicamente Definidos)
No importa qué nombre le demos siempre y cuando en la etiqueta del aceite esencial SIEMPRE se muestre lo siguiente:

- Denominación de la especie botánica en latín y su nombre común en castellano.
- País de origen de la planta: dónde ha sido recolectada.
- Parte de la planta utilizada para la obtención del aceite esencial: piel, raíz, flor…
- Quimiotipo (qt) / Definición bioquímica o botánica: moléculas principales.

¿Por qué? Porque una planta aromática puede dar aceites esenciales muy diferentes entre ellos según la parte utilizada, el lugar de origen y por tanto pueden tener actividades terapéuticas o toxicidad diferente. 

¡Sed muy concienzudos a la hora de comprar un aceite esencial para uso terapéutico!